Persiguiendo un deseo

Juan Plaza es un amigo y el autor de estas fotos que forman parte de una larga serie que está preparando. Esto es sólo un anticipo, me ha prometido que podré mostrar el resto. Yo viajé por ellas sin salir de su estudio, no sé si me encaminaba hacia algún lugar, pero entendí lo que es viajar:

Ser viajero es un acto irremediable que se repite casi sin darnos cuenta. Nuestro cuerpo viaja en cada movimiento y nuestro pensamiento se desplaza al ritmo que marca la voluntad y el inconsciente. La razón dibuja un camino y el sueño lo ramifica hasta formar un intrincado laberinto.
Nuestro cuerpo es viaje y retorno; movimiento y reposo.
El viaje se halla en el interior de la retina mientras caminamos sin rumbo reconstruyendo, fragmento a fragmento, el paraíso que perdimos, el espacio sin horizonte que aprendimos un día por casualidad, una tarde de sol jugando a las sombras sobre una pared encalada.
Y, en este preciso instante, recuerdo su azul de primer día, los restos de sal debajo de la lengua y el roce de la arena entre los dedos.

El olor del mar se filtra a través del cristal.
El viento transporta su aroma
y la velocidad acrecienta el deseo.
(marlo viajera)


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